SOLSTICI - JANUS. AQUELLO QUE NO PUEDE SER NOMBRADO
antiguo edificio de la Agència Catalana de Joventut, 2024
Un encuentro que realmente es una despedida. Aunque también es una celebración. Caminando atravesamos un oasis extraño sumergido entre plantas que flanquean falsos muros de una arquitectura de los noventa. Todo ello forma parte de un paisaje octogonal coronado por una cúpula – según dicen – capaz de captar energías y sonidos. Una cúpula como un metrónomo que hipnotiza. Solstici-Janus nace de un hecho que está por llegar: el traslado de Sala d’Art Jove a un nuevo espacio. Este desplazamiento supone seguir sosteniendo la institución fuera del contexto que la ha configurado, siendo conscientes que toda reubicación afecta, no únicamente a una estructura física, sino también a los lazos comunitarios que la definen y junto a los que convive.
Para pensar la jornada nos hemos nutrido de dos imágenes que dan forma y nombre a la sesión. Por un lado, invocamos al Solsticio de invierno a dos días de su llegada y nos juntamos para pre-celebrar la noche más larga. En la alquimia, el Solsticio se asimila a un momento de renovación en el que la tierra es preparada para el futuro mejunje del alquimista. Por otro lado aparece Janus, esa divinidad de doble rostro que abre la puerta a lo nuevo mientras, simultáneamente, mantiene un pie en el pasado reciente. Esta figura se sitúa en el limen, abrazando lo cambiante, alejándose de lo binario y dejando convivir múltiples realidades a la vez. Con todo ello, Solstici-Janus abraza la futurabilidad sin querer definirla, sino ofreciendo un tiempo para co-habitar este momento de incertidumbre compartida y amasar aquello que no puede ser nombrado.
De este modo, Solstici-Janus tiene el deseo de acercarse al edificio que ha acogido a Sala d’Art Jove desde su inauguración. Un edificio que ha sido sede administrativa de l’Agència Catalana de la Joventut, pero que, al mismo tiempo, las vecinas han utilizado como atajo entre las islas de casas de calle Calàbria y Rocafort de l’Eixample Esquerra; o que también ha servido de espacio de encuentro para las liceistes, personas de la tercera edad que proponían visionados colectivos de óperas programadas en el Liceu. En sí, este edificio ha acogido estas y otras muchas acciones que hoy se convierten en memoria. Durante esta jornada performativa proponemos alejarnos de las lógicas arquitectónicas que han determinado el lugar para pensar en otros usos y otras narrativas. Apelamos al movimiento de los cuerpos para voltear los gestos y los recorridos que a lo largo de los años se han repetido en sus pasillos, oficinas y escaleras.
Este encuentro es una invitación a estar, a palpar y a conocer con nuestros cuerpos aquellos rincones de la arquitectura que raramente se han podido transitar. Para ello hemos invitado a cuatro artistas que en algún momento u otro han formado parte de Sala d’Art Jove. Con «a l'aguait!» Joana Capella Buendia nos recibe de incógnito proponiendo un recorrido con delay por distintas estancias del edificio, repensando el formato de visita guiada. Nos orientará a través de juego entrelazando dinámicas lúdicas y proponiendo una especie de gincana. El edificio se convertirá un laberinto donde jugará al escondite con el público quienes irán encontrando sus rastros. Seguidamente nos trasladaremos a la Sala de Actos donde experimentaremos un trío de acciones titulados «tres posibles guiones para salir del apuro» de txe roimeser quien nos propone recordar y reimaginar la idea de la mudanza, del fracaso y de la preparación del cuerpo. Nos sitúa en el Eixample, en sus recuerdos y nos comparte una playlist para acompañarnos en momentos de cambio. Cerramos la jornada bajo la cúpula con el performance «Bigotis» de Estel Boada y Daniel Moreno Roldán quienes nos presentaran a un conserje, cansado de los artistas y comisarios de Barcelona, y a su mejor amiga, Bigotis, una rata entrañable que habita a la sombra de Sala d’Arte Jove, quienes seran los últimos seres que ocupen el edificio antes del traslado.
Las tres propuestas son guías, gestos y sonidos que permanecerán en nuestros imaginarios para poder enfrentarnos a futuros inciertos, pero acompañadas por memorias construidas colectivamente.
Curadoria junto a Javiera Cádiz Bedini.
Artistas: Joana Capella Buendia, txe roimeser, Estel Boada, Daniel Moreno Roldán.
Para pensar la jornada nos hemos nutrido de dos imágenes que dan forma y nombre a la sesión. Por un lado, invocamos al Solsticio de invierno a dos días de su llegada y nos juntamos para pre-celebrar la noche más larga. En la alquimia, el Solsticio se asimila a un momento de renovación en el que la tierra es preparada para el futuro mejunje del alquimista. Por otro lado aparece Janus, esa divinidad de doble rostro que abre la puerta a lo nuevo mientras, simultáneamente, mantiene un pie en el pasado reciente. Esta figura se sitúa en el limen, abrazando lo cambiante, alejándose de lo binario y dejando convivir múltiples realidades a la vez. Con todo ello, Solstici-Janus abraza la futurabilidad sin querer definirla, sino ofreciendo un tiempo para co-habitar este momento de incertidumbre compartida y amasar aquello que no puede ser nombrado.
De este modo, Solstici-Janus tiene el deseo de acercarse al edificio que ha acogido a Sala d’Art Jove desde su inauguración. Un edificio que ha sido sede administrativa de l’Agència Catalana de la Joventut, pero que, al mismo tiempo, las vecinas han utilizado como atajo entre las islas de casas de calle Calàbria y Rocafort de l’Eixample Esquerra; o que también ha servido de espacio de encuentro para las liceistes, personas de la tercera edad que proponían visionados colectivos de óperas programadas en el Liceu. En sí, este edificio ha acogido estas y otras muchas acciones que hoy se convierten en memoria. Durante esta jornada performativa proponemos alejarnos de las lógicas arquitectónicas que han determinado el lugar para pensar en otros usos y otras narrativas. Apelamos al movimiento de los cuerpos para voltear los gestos y los recorridos que a lo largo de los años se han repetido en sus pasillos, oficinas y escaleras.
Este encuentro es una invitación a estar, a palpar y a conocer con nuestros cuerpos aquellos rincones de la arquitectura que raramente se han podido transitar. Para ello hemos invitado a cuatro artistas que en algún momento u otro han formado parte de Sala d’Art Jove. Con «a l'aguait!» Joana Capella Buendia nos recibe de incógnito proponiendo un recorrido con delay por distintas estancias del edificio, repensando el formato de visita guiada. Nos orientará a través de juego entrelazando dinámicas lúdicas y proponiendo una especie de gincana. El edificio se convertirá un laberinto donde jugará al escondite con el público quienes irán encontrando sus rastros. Seguidamente nos trasladaremos a la Sala de Actos donde experimentaremos un trío de acciones titulados «tres posibles guiones para salir del apuro» de txe roimeser quien nos propone recordar y reimaginar la idea de la mudanza, del fracaso y de la preparación del cuerpo. Nos sitúa en el Eixample, en sus recuerdos y nos comparte una playlist para acompañarnos en momentos de cambio. Cerramos la jornada bajo la cúpula con el performance «Bigotis» de Estel Boada y Daniel Moreno Roldán quienes nos presentaran a un conserje, cansado de los artistas y comisarios de Barcelona, y a su mejor amiga, Bigotis, una rata entrañable que habita a la sombra de Sala d’Arte Jove, quienes seran los últimos seres que ocupen el edificio antes del traslado.
Las tres propuestas son guías, gestos y sonidos que permanecerán en nuestros imaginarios para poder enfrentarnos a futuros inciertos, pero acompañadas por memorias construidas colectivamente.
Curadoria junto a Javiera Cádiz Bedini.
Artistas: Joana Capella Buendia, txe roimeser, Estel Boada, Daniel Moreno Roldán.